Avellana Cruda Piel Corazón
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La avellana procede del avellano y es quizá más famosa hoy en día por su uso en dulces como el praliné, las trufas de chocolate o la nutella.
El sabor de la avellana también suele añadirse al café y a los licores, y su aceite puede utilizarse para innumerables fines.
La avellana es un fruto oleaginoso que puede consumirse fresco o utilizarse en diversas preparaciones, y sus beneficios son innumerables.
¡Descubre más sobre este fruto!
1. Favorable para el corazón
Al ser rica en grasas insaturadas, la avellana tiene la capacidad de reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL), dos factores esenciales para una buena salud cardiovascular.
Los estudios han demostrado que el consumo de 25 gramos de avellanas al día durante 16 semanas produjo una reducción del colesterol LDL de entre el 2 y el 10 por ciento, en comparación con un grupo que no consumió avellanas.
Además, una taza de avellanas tiene la capacidad de aportar casi la mitad de la dosis diaria recomendada de magnesio, el mineral encargado de regular los niveles de calcio que, cuando no están regulados, pueden provocar latidos irregulares.
Además, al regularse la cantidad de calcio, se estimulan las contracciones musculares, haciendo que los músculos se relajen cuando no son necesarios. Este proceso ayuda a aliviar la tensión muscular, el dolor, los espasmos, la fatiga y los calambres.
2. Protector en el embarazo
Uno de los nutrientes presentes en las avellanas y esencial en el embarazo es el ácido fólico.
La falta de esta vitamina en las embarazadas puede provocar malformaciones en el tubo neural de los bebés, el sistema nervioso primitivo del feto.
3. Rejuvenece
Para aquellos que quieren retrasar la aparición de marcas de expresión, las avellanas pueden ayudar. Esto se debe a que las avellanas son ricas en flavonoides, sustancias responsables de combatir los radicales libres y, por tanto, el envejecimiento celular.
Los flavonoides también son capaces de mejorar la circulación y favorecer la salud cerebral.
La vitamina E, muy presente en las avellanas, es una vitamina esencial para el mantenimiento de la piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo. Una dieta rica en vitamina E ayuda a combatir los signos del envejecimiento (arrugas y manchas oscuras), así como los daños causados por el sol.
4. Ricas en energía
Las avellanas son muy ricas en energía y también contienen numerosos nutrientes esenciales para una buena salud. Consumiendo 100 gramos de avellanas, transportarás hasta 628 calorías a tu cuerpo. Son ricas en ácidos grasos monoinsaturados como el ácido oleico y en el ácido graso esencial ácido linoleico.
Las propiedades nutricionales y sensoriales de las avellanas las convierten en una buena fuente de energía por su alto contenido en grasa, nada menos que un 60,5%.
5. Favorece la masa muscular
Los altos niveles de magnesio y calcio presentes en las avellanas pueden ayudar a mantener y desarrollar músculos sanos. El magnesio ayuda a reconstruir el tejido muscular, mientras que unos niveles adecuados de calcio pueden ayudar a prevenir la fatiga muscular, los calambres y el dolor.
Para los entusiastas del deporte, una ración de avellanas se considera un buen tentempié para después del entrenamiento.
Estudios realizados en Italia han demostrado que unos niveles elevados de magnesio también contribuyen a aumentar la fuerza muscular.
6. Potencia el funcionamiento del sistema nervioso
Sabemos que el sistema nervioso necesita aminoácidos para funcionar, mientras que los aminoácidos necesitan a su vez el apoyo de la vitamina B6, un nutriente en el que las avellanas son ricas.
Además, la vitamina B6 es importante para la formación de mielina, que se encarga de aislar los nervios, aumentando la velocidad y eficacia de los impulsos eléctricos, lo que permite un mejor funcionamiento del sistema nervioso. La vitamina B6 también puede actuar en la síntesis de los neurotransmisores serotonina, melatonina y adrenalina.
La vitamina E también es un gran potenciador y defensor de la actividad cerebral saludable.
7. Previene el cáncer
El alfa-tocoferol que contienen las avellanas es eficaz para reducir el riesgo de cáncer de vejiga, disminuyendo hasta en un 50% la posibilidad de que aparezca.
El beta-sitosterol, un fitosterol presente en las avellanas, ayuda a reducir el riesgo de cáncer de mama y de próstata, además de combatir la leucemia linfocítica.
Comer avellanas por sí solo no garantiza la cura del cáncer ni que no aparezca, pero desde luego ayuda a prevenirlo.
8. Facilita la digestión
El alto contenido en fibra de las avellanas puede hacer que el sistema digestivo funcione mejor, favoreciendo así la eliminación de residuos y toxinas y promoviendo el equilibrio de sustancias químicas y microorganismos necesarios para que tu cuerpo se mantenga sano.
Las avellanas son ricas en vitaminas del grupo B (tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, ácido fólico, entre otras). Estas son esenciales para descomponer proteínas, grasas e hidratos de carbono, facilitando así la digestión.
9. Fortalece huesos y articulaciones
Dos tercios del magnesio del cuerpo se utilizan para construir y aumentar la fuerza de los huesos.
El magnesio es, por tanto, un mineral esencial en la composición de los huesos, razón por la cual el cuerpo almacena magnesio adicional en la superficie de los huesos, para poder utilizarlo en caso de que surja una carencia.
Las avellanas son ricas en magnesio, por lo que son un alimento esencial para el crecimiento y la resistencia de tus huesos.
10. Ayuda a controlar el peso
Las avellanas se consideran muy energéticas y ricas en calorías y grasas, pero es importante saber que si se consumen con moderación, pueden ayudar a perder peso.
Sus propiedades le ayudarán a sentirse satisfecho durante más tiempo, evitando así que ingiera otros alimentos menos recomendables.
¿Cómo utilizar las avellanas?
Las avellanas pueden consumirse frescas o añadirse de diversas formas a postres o ensaladas, comerse crudas o tostadas como tentempié, junto con cereales y todo tipo de preparaciones en las que se utilicen nueces o castañas.
Las avellanas también pueden triturarse para hacer una harina que se añade a los panes, dándoles un aroma o sabor deliciosos. Además de sus usos alimentarios, los avellanos se plantan en muchos países con fines ornamentales, formando cercas vivas de follaje colorido y ramas retorcidas.
El aceite de avellana se utiliza a menudo en la industria cosmética para elaborar cremas hidratantes para la piel y champús. La mantequilla de avellana es más digestiva que la propia avellana. En repostería, da una consistencia más cremosa que la avellana en polvo y resulta deliciosa untada en el pan. La bebida de avellana también es un gran sustituto para los intolerantes a la leche, como opción vegetal.
Para hacer "nutella" casera, se puede preparar mantequilla de avellanas moliendo los frutos secos en un robot de cocina y añadiendo un poco de cacao en polvo.
¿Cómo deben conservarse las avellanas?
Las avellanas deben secarse para que su contenido de humedad sea de alrededor del 12%, lo que reduce el riesgo de contaminación por aflatoxinas. Pueden conservarse en lugar fresco y seco durante 5 meses y, si se meten en el congelador, pueden mantenerse en buen estado durante uno o dos años.
¿Dosis diaria recomendada de avellanas?
La dosis diaria recomendada (CDR) de avellanas es de 12 a 20 unidades.
Beneficios nutricionales: Aunque cada tipo de fruto seco tiene una combinación específica de nutrientes, en general, la mayoría son fuente de vitaminas B1, B6, E y ácido fólico y de minerales como magnesio, fósforo y hierro, entre otros. La grasa de los frutos secos es predominantemente insaturada, un tipo de grasa que ayuda a mantener niveles normales de colesterol en la sangre.
Puede contener trazas de otros frutos secos y soja.
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